Desde hace unos meses la
Fundación Vicente Ferrer ha incorporado centros adaptados para niños y niñas
con parálisis cerebral
Swathi
lleva un año y medio trabajando como fisioterapeuta en los centros de parálisis
cerebral de la Fundación Vicente Ferrer (FVF), donde residen y se tratan un
total de 140 niños y niñas de 4 a 16 años con esta enfermedad. Desde hace unos
meses su trabajo de rehabilitación para fomentar la movilidad de los pequeños
se ha visto mejorado gracias a la instalación de gimnasios adaptados para
personas con discapacidad y movilidad reducida.
Los
gimnasios, instalados en los centros de parálisis cerebral que la FVF tiene en
las localidades de Bathalapalli, Kanekal y Kuderu, en el distrito de Anantapur
(India), han sido construidos por los propios voluntarios y trabajadores de la
Fundación, utilizando en la mayoría de los casos materiales reciclados o
donados que tienen un mantenimiento sencillo y que pueden sustituirse fácilmente.
Estos gimnasios adaptados, una idea original de la Asociación Tetrasport de
Valencia, están dirigidos a fomentar la actividad física regular entre las
personas con discapacidad para que se beneficien de una mejor calidad de vida a
nivel físico, a la vez que repercute favorablemente en su bienestar emocional.
Sobre
las 12 del mediodía, Swathi se dispone a impartir su clase de gimnasia en el
centro de parálisis cerebral de Bathalapalli junto a sus compañeras, que
distribuyen a los niños entre las diferentes estaciones de deporte. Uno de los
pequeños empieza a empujar con las manos los pedales de la “handbike” o
bicicleta manual, ejercitando con esmero los músculos de sus extremidades
superiores, mientras que otro estira con concentración unas cintas elásticas
fijadas en la pared, mejorando con ello el equilibrio y la fuerza en brazos y
piernas. En otra zona, un niño juega con una enorme pelota blanda que le ayuda
a estirar y relajar el cuerpo. Y, en el centro del gimnasio, en la estación de
salto- la preferida por todos- una niña brinca sin parar, entusiasmada,
sostenida de pie gracias a la ayuda de unas gomas elásticas que la sujetan por
la cintura, una postura que pocas veces puede conseguir debido a su
discapacidad.
Beneficios físicos, psíquicos y emocionales
Con
sesiones que oscilan entre 40 minutos y la hora, durante dos o tres días a la
semana, el gimnasio adaptado contribuye al fortalecimiento muscular y mejora la
capacidad cardiovascular, además de tener efectos positivos sobre la movilidad,
coordinación y respuesta motriz, elementos todos ellos que favorecen la
independencia de los pequeños en su vida diaria. Además, estos centros también
les reportan beneficios psicológicos y emocionales. En muchos casos, los niños
y niñas con parálisis cerebral trasladan la capacidad de superación del deporte
a sus vidas, haciéndolos más luchadores y aumentando su propia autoestima. “La mejora se observa en el día a día. Con
estos gimnasios hemos conseguido que estas personas con discapacidad jueguen,
salten y hagan ejercicio aeróbico de larga duración. Pero lo más importante es
que los niños sonríen, disfrutan y se ven capaces de realizar cosas que antes
solo soñaban con hacer”, explica Enric Romaguera, coordinador del programa
de deporte y discapacidad de la FVF.
Tan
solo unos minutos después de iniciar la sesión, se hace evidente, a juzgar por
las risas y las exclamaciones de júbilo de los pequeños, que se lo están
pasando en grande: “Lo que más me llama la
atención es lo bien que se lo pasan y cómo se divierten. Es como un juego para
ellos. Esto es lo que hace que realmente funcione”, comenta Dani
Torregrossa, uno de los voluntarios que trabaja en el proyecto.
El
personal de fisioterapia y el profesorado son la otra parte beneficiada de esta
iniciativa. Con el gimnasio adaptado han conseguido suplir la falta de medios y
optimizar su tiempo, ya que cada adulto puede trabajar hasta con cuatro niños a
la vez. “Este sistema nos facilita mucho
el trabajo porque además de trabajar con varios niños al mismo tiempo, no
tenemos que obligarlos a hacer deporte, ya que ellos mismos cooperan a la hora
de hacer ejercicios de rehabilitación porque les gusta. Así, se ven los
resultados y las mejoras muy rápido. De hecho, cuanto más severos son las
discapacidades de los niños, más útil resulta”, asegura Swathi.
Web:
www.fundacionvicenteferrer.org