Una gran variedad en un espacio reducido
Vorarlberg hace que a los entusiastas de los deportes de invierno les resulte sencillo vivir muchas emociones nuevas. En este pequeño estado federal, las distancias son cortas. Los pueblos han conservado su carácter original y en varios centros turísticos, los esquiadores pueden acceder directamente a las pistas desde su alojamiento. Por ejemplo, en Oberlech, en Damüls en la región de Bregenzerwald, en el valle Brandnertal y en Gargellen en el valle de Montafon. Los esquiadores de esquí de fondo y los excursionistas de invierno también pueden ponerse en marcha directamente desde su alojamiento vacacional en numerosas localidades.
Las asociaciones regionales de estaciones de esquí con un único forfait ofrecen mucha flexibilidad. Además, los forfaits suelen ser válidos también para desplazarse en transporte público. Vorarlberg cuenta con una amplia red de conexiones de tren y autobús. Si lo desea, puede elegir una estación de esquí diferente cada día y disfrutar del fascinante desfile de paisajes, que se presenta de forma un tanto distinta en cada rincón. Las vistas se extienden hasta el lago de Constanza, por ejemplo, desde las estaciones de montaña en Damüls-Mellau y en el Diedamskopf en la región de Bregenzerwald. Desde el Arlberg y los valles de Montafon, Kleinwalsertal, Brandnertal y Klostertal, los esquiadores pueden contemplar las montañas más allá de la región de Vorarlberg y los países vecinos. En Vorarlberg, la diversidad también significa que las estaciones de esquí ofrecen pistas para todos los niveles.
Construcción, cultura y hospitalidad
Vorarlberg no solo entusiasma con su impresionante paisaje: en muchos lugares sorprende la convivencia entre la arquitectura antigua y la contemporánea. Ya sea un refugio de esquí, un restaurante, un hotel o una estación de telesquí, los edificios dignos de ver sorprenden por todas partes. Por ejemplo, los refugios de esquí Der Wolf y Balmalpe en Lech Zürs am Arlberg, las estaciones del valle y de montaña del teleférico Mellaubahn en Bregenzerwald, el restaurante Frööd en el valle de Brandnertal, el centro de deportes alpinos en Schruns en el valle de Montafon o la estación de montaña del teleférico Nebelhornbahn en la estación de esquí transfronteriza de Kleinwalsertal-Oberstdorf.
¿Esquiar por la mañana e ir al museo por la tarde? Esta combinación es de lo más factible en Vorarlberg, donde todo está muy cerca. La mayoría de los museos también abren en invierno. El concepto de belleza de Vorarlberg también se hace evidente en los pequeños y elegantes eventos culturales que animan el invierno. Los pueblos y los hoteles invitan a asistir a conciertos après-ski en un ambiente familiar. Por ejemplo, cuando en el Tanzcafé Arlberg empieza a sonar swing, pop y jazz en sus solanas, se pone fin a la temporada de esquí en Lech Zürs am Arlberg.
El ejercicio en el aire invernal estimula el apetito. Suerte que Vorarlberg cuenta con un gran número de restaurantes, posadas y refugios de esquí de primera categoría. La guía GaultMillau ha reconocido la impresionante cantidad de 80 establecimientos gastronómicos de alto nivel. Lech Zürs am Arlberg, que cuenta con 19 restaurantes con toques de la guía GaultMillau, puede llamarse con razón un "pueblo gourmet de escala mundial". Sin embargo, el resto de regiones también cuentan con una cantidad de restaurantes exquisitos. Con toque o sin él, a los chefs de Vorarlberg se les da muy bien evocar algo creativo a partir de ingredientes que proceden principalmente de la región.
Crear un ambiente culto y agradable es muy importante para los anfitriones de los hoteles, casas de vacaciones y restaurantes, que en su mayoría son negocios familiares. Al igual que los remontes de montaña, también velan para que se cumplan los protocolos y las medidas de seguridad actualmente vigentes.