Los habitantes de la ciudad conmemoran que San Blas (Sveti Vlaho) los salvó de ser invadidos por
los venecianos en el año 971.
Cada 2 de febrero repican las campanas de las iglesias de Dubrovnik y decenas de palomas blancas alzan su vuelo,
símbolo de paz y libertad; es víspera de la Fiesta de San Blas. Los fieles se
reúnen en la plaza frente a la iglesia dedicada al santo, colocando el
estandarte de San Blas en la columna de Orlando.
El 3 de febrero los dignatarios y fieles de toda la
región se congregan en la ciudad portando reliquias del Santo en una solemne procesión, a largo de la calle
Stradun y otras calles del centro histórico.
Seduce la belleza del escenario que ofrece Dubrovnik,
la esmerada decoración de sus calles y
los trajes tradicionales que se lucen para esta ocasión tan especial.
A parte de las celebraciones
religiosas, durante estos días se organizan otro tipo de eventos
como exposiciones y conciertos
dedicados a San Blas. Los restaurantes se suman ofreciendo las especialidades gastronómicas de la tierra, típicas
de esta época del año.
Los eventos entorno a la Fiesta de San Blas tienen
lugar del 2 al 10 de febrero.
Tradición declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por
la UNESCO
Los habitantes de Dubrovnik han venerado a este Santo
durante siglos. Hay quien afirma que fue en el año 972 la primera vez que se congregaron en su honor, llegando la
tradición hasta nuestros días y convirtiéndose en el patrono de la ciudad con
los años.
La Fiesta de San Blas se celebra en numerosas
localidades españolas y de Sudamérica, pero en la ciudad de Dubrovnik esta
festividad es emblemática y milenaria. En el año 2009 la UNESCO incorporó la Festividad en la Lista Representativa del
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La antigüedad de esta ceremonia, las costumbres, los trajes tradicionales
de la región, las representaciones escénicas o la fabricación de los objetos
artesanales como las históricas armas de fuego utilizadas en las exhibiciones,
han contribuido a este reconocimiento.
La Iglesia
de San Blas
En la Plaza de Luza se localiza este imponente
edificio de estilo barroco veneciano
que data del año 1715.
En su interior deslumbra su altar de mármol donde se encuentra la famosa estatua del patrono, de plata chapada en oro,
sosteniendo una maqueta de lo que fue la ciudad antes del terremoto que
la asoló en siglo XVII. Cuenta la leyenda que esta estatua fue encontrada
intacta entre los escombros del “Gran Terremoto”