Un nuevo museo para Beethoven en Viena



Durante 35 años Viena fue el punto central en la vida de Ludwig van Beethoven. Una de sus viviendas ha sido ampliada y convertida en un nuevo Museo Beethoven.
El nuevo Museo Beethoven, inaugurado con dos días de puertas abiertas el 25 y el 26 de noviembre de 2017, ilustra la vida y la obra del famoso compositor según los últimos conocimientos científicos. Los visitantes son recibidos con un fascinante recorrido museístico artísticamente escenificado y una gran cantidad de informaciones relacionadas con la historia cultural de Viena y la biografía de Beethoven. El jardín, situado en la parte trasera de la casa, sirve de oasis de tranquilidad durante el día. El nuevo museo se encuentra en las inmediaciones de varias populares tabernas de vino del distrito 19.
Ludwig van Beethoven, nacido en Bonn en 1770, se trasladó por primera vez a Viena a los 17 años para estudiar con Mozart. A partir de 1792 y hasta su muerte en 1827 residió de manera permanente en esta ciudad. Tres de las viviendas relacionadas con el famoso compositor son sedes del Wien Museum, al que ya pertenecen desde hace años. Una de ellas, la casa de la calle Probusgasse 6 de Heiligenstadt (un barrio del distrito 19), ha sido ampliada y ha pasado de ser un pequeño lugar conmemorativo a convertirse en un gran Museo de Beethoven.
La ubicación está estrechamente ligada al destino de Beethoven, ya que aquí intentó curar su sordera, o como mínimo aliviarla. A principios del siglo XIX, Heiligenstadt era un municipio autónomo dedicado a la viticultura. El auge económico lo debía a sus baños, situados en el terreno del actual Parque de Heiligenstadt. Los baños eran alimentados mediante un manantial de agua mineral que, gracias a sus propiedades curativas, atraía a numerosos clientes, entre ellos algunos famosos del mundo de la cultura vienesa.
Según la tradición, la casa de la Probusgasse 6 está relacionada con un momento estremecedor en la vida de Beethoven. Fue aquí donde en 1802 redactó el Testamento de Heiligenstadt, una carta dedicada a su hermano (pero nunca enviada) en la cual expresaba su desesperación por el avance de la sordera. Al mismo tiempo trabajó aquí en algunas de sus principales obras, entre las cuales se encuentran la Segunda Sinfonía y los primeros bocetos de la futura Tercera Sinfonía, la “Heroica“.