El Poyo del Cid vuelve a viajar en el tiempo en honor del de Vívar



El Poyo del Cid volvió el pasado 14 de junio a viajar en el tiempo para reencontrarse con Rodrigo Diaz de Vívar en un encuentro que cumplió 17 años y que un año más logró la implicación vecinal no solo de esta localidad sino también de otras próximas para realizar este regreso al pasado.
Con la concentración de grupos medievales y el reclutamiento de tropas comenzó ayer por la mañana el programa previsto en el que se realizó un desfile de estandartes entre la escultura del Cid Campeador y el pabellón, donde finalmente se instalaron los puestos del mercado por miedo a las inclemencias del tiempo. Allí el presidente de la Asociación Cultural Amigos del Mío Cid, Juan Domenech, inauguró el encuentro en un acto donde Ramón Ibáñez hizo una semblanza de la figura del Cid y se rindió un homenaje a Ramón Ramos, de Villafranca del Campo, por su contribución a esta fiesta con su caballo.
También se recordó a todos los que hacen posible este encuentro como la asociación ecuestre, Tambolea, el Club de Arco de Caminreal o el coro de Voces Blancas de El Poyo, que actuó durante la misa, entre otros.
Asimismo, a la decena de puestos que participaron en este día como Carmen y María Ángeles, de Pozuel del Campo, que acudieron a vender sus labores.
Este encuentro es también como un "final de curso" para todos los talleres que durante el invierno se realizan en la comarca.
Por la tarde, tuvo lugar la representación teatral gracias a la participación de diez personajes y otros tantos figurantes con César Beltrán como protagonista en el papel de Rodrigo. Para esta edición se había programado representar un "viaje en el tiempo" en el que un anciano de la actualidad se deja llevar por el espíritu de su esposa que le conduce hasta los tiempos del Mío Cid.
Un viaje de 900 años que estaba previsto completar con el descenso de las tropas del Cid y la lectura de pasajes del Cantar si el tiempo lo permitía.