El Rory Meyers Children’s Adventure
Park es un “museo sin paredes” en el que se han invertido 62 millones de
dólares
Tras
casi dos décadas de investigación y dos años de obras, el pasado 21 de
septiembre se inauguró en Dallas el Rory Meyers Children’s Adventure Park, un
extenso jardín interactivo de más de tres hectáreas cuyo objetivo principal es
despertar el interés de los más pequeños por la ciencia y la naturaleza.
El
nuevo “museo sin paredes” consta de 17 galerías interiores y exteriores
diseñadas según los parámetros de la educación interactiva aplicando tecnología
innovadora en sus 150 exposiciones y elementos naturales. Así, por ejemplo, los
niños pueden descubrir cómo funcionan distintos aspectos de la naturaleza como
la fotosíntesis, la polinización, el sistema solar, la erosión o la generación
de energía paseando por humedales típicos de Texas, desfilando por una pasarela
de 73 metros de longitud construida entre las copas de los árboles o
divirtiéndose el llamado Centro de Exploración, que ocupa 845m2 y que cuenta
con un OmniGlobe, una exclusiva tecnología (sólo hay 50 en el mundo) de última
generación que permite reproducir todo tipo de fenómenos ambientales (clima,
cambios atmosféricos, etc.) en una esfera virtual.
Rory
Meyers Children’s Adventure Park está situado junto a uno de los jardines
botánicos más importantes del mundo, el Arboretum de Dallas, a orillas del lago
White Rock, y ha sido financiado en gran medida por donaciones particulares,
muy especialmente la de la familia de Rory Meyers, quien durante muchos años
fue miembro de la junta directiva del Arboretum de Dallas y Presidente del
Comité de Educación. En la construcción de este complejo lúdico-educativo, que
se inició en 2011, se han incorporado numerosas técnicas para mejorar su
sostenibilidad como la utilización de materiales reciclados, la implementación
de tejados vegetales, la instalación de conductos de flujo reducido y el uso de
agua pluvial para el riego.