VIVIR  COMO  UN  MAHARAJÁ 

Diseminados por la geografía india existen infinidad de extraordinarios palacios y fortalezas que, como extraídos de los cuentos de las mil y una noches, conservan todo su embrujo oriental. Sus antiguos moradores, acaudalados herederos de maharajás y nababs, míticos personajes saturados de simbolismo y leyenda, se muestran reacios a formar parte del pasado y han convertido sus fastuosas residencias en hoteles.
Son algunos de los alojamientos más lujosos del mundo, donde el viajero es un invitado de privilegio y puede hacer realidad sus más increíbles sueños.
Mucho se ha escrito y relatado sobre la majestuosa figura de los nobles guerreros rajput, héroes de mil batallas que organizaban grandes cacerías de tigres, celebrando deslumbrantes fiestas y sosegados por el opio descansaban en brazos de sus jóvenes favoritas, siempre rodeados de opulencia y esplendidez. Un mundo fascinante que ya desapareció, pero las leyendas siguen vivas. Tan sólo los grandes palacios de piedra y mármol, hoy abiertos al turismo, quedan en pie como mudos testigos de una de las más fastuosas etapas de la historia de la India.
A lo largo y ancho del país existen maravillosos lugares donde el viajero, desde el mismo instante en que cruza su fastuosa entrada, se siente transportado a otras épocas muy lejanas en el tiempo y se adentra en una atmósfera en la que, aún hoy, la fantasía es infinitamente superior a la realidad.Sin lugar a ningún género de dudas, los que mejor se conservan de entre los que antaño fueron inexpugnables fortalezas o suntuosos palacios, se ubican en el Rajasthan, y hablar de esta tierra de reyes y guerreros es tanto como hacerlo de Jaipur, la "ciudad rosa" con influencias jaines, persas, hindúes y mongoles, y otros enclaves no menos singulares como Bikaner, la romántica Udaipur, Jaisalmer, la puerta del desierto del Thar o la mítica Jodhpur.
Alojarse en el Rambagh Palace, Jai Mahal, Umaid Bhavan, Lake Palace, etc... supone disfrutar de unas "suites” decoradas con refinada exquisitez, cenar bajo las estrellas o en salones ricamente engalanados, a la luz de candelabros de cristal y rodeados de innumerables trofeos de caza, pieles de animales, cabezas de tigre, colmillos de elefante, viejos fusiles o dagas y pinturas de enjoyados antepasados adornando sus paredes. Descansar en sillones con incrustaciones de marfil, caminar sobre multicolores alfombras persas y de kashmir o bien contemplar los encantadores pabellones mogoles y terrazas con balaustradas de piedra tallada, desde las que asomarse a observar los pavos reales paseándose a través de las zonas ajardinadas y estanques en los que poder mitigar con mayor facilidad los rigores del calor en la época premonzónica
Escenarios románticos e incomparables que parecen surgidos del más bello relato de Kipling, acondicionados para gozar del lujo de antaño pero con el confort actual, en los cuales vivir una magnífica experiencia inmerso en un ambiente que rezuma fragancias de eternidad.
Ofreciendo un nostálgico ambiente victoriano o quizá rememorando con una fantasía mogol y rajput, en lo alto de una cima dominando el bello paisaje rajasthani, próximo al desierto o emergiendo de un lago encantador, estos singulares hoteles con una belleza arquitectónica realmente espectacular que ha sido conservada a través de generaciones, son auténticos oasis de lujo que satisfacen al turista más exigente.
Ni que decir tiene, reflejan a la perfección el esplendor que reinara hace siglos en esta maravillosa tierra de Rajasthan y disponen de una cocina inigualable, internacional y la típica del país y la región, muy capaz de entusiasmar al más exquisito de los "gourmet".
Estos lugares de auténtica excepción, pese a lo que pueda llegar imaginarse, por unos precios muy razonables invitan a sumergirse en los más indescriptibles sueños y seducen hasta límites insospechados. Algo que puede parecer incluso irreal al viajero, pero convertido en una auténtica realidad en ese fascinante país que es la India.
Un lugar donde olvidarse del mundo.